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Historia de las multas de tráfico

martes, 27 de abril de 2021.

 La larga y curiosa historia de las multas de tráfico.


Del Antiguo Egipto hasta el reinado de Carlos III, pasando por el de los Reyes Católicos, las sanciones a los conductores han sido duras y numerosas.

Las maneras de gestionar el tráfico y los estacionamientos en la actualidad son muchas y variadas, pero ¿cómo han evolucionado las multas a lo largo de la historia? Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha tenido la necesidad de moverse por calles y calzadas, ya fuera en burro, en carromato o a caballo. Y los atascos y las multas no son patrimonio del hombre moderno, el que conduce vehículos a motor. Estas son algunas de las multas o sanciones más curiosas de la Historia.

Tal vez esta sea la primera sentencia de la que se tiene constancia: en un papiro egipcio de hace unos 2.800 años se recoge la pena impuesta a un conductor arrestado por circular con su carro bajo los efectos del alcohol.

Tras ser acusado de chocar contra una estatua y atropellar a una niña, el juez decidió imponerle la pena de ser colgado en la puerta de taberna donde se había emborrachado a la espera de que animales carroñeros se encargaran de hacer desaparecer su cuerpo. Una medida más contundente que quitarle unos cuantos puntos del carné.

Aunque la primera civilización para la que el tráfico comenzó a convertirse en un problema serio fue, sin duda, la del Imperio romano. La ciudad de Roma, una de las primeras grandes urbes de la historia, llegó a tener un millón de habitantes, por lo que el César, que ostentaba el cargo de Curator Viarum (algo así como director de las Grandes Carreteras”, un jefe de la DGT pretérito), se vio obligado a dictar la primera restricción del tráfico.

Recogida en la Lex Lulia Municipalis, esta norma estipulaba que solo los carros que transportasen materiales de construcción para los templos de los dioses o para otras obras públicas podían transitar por la ciudad en horas diurnas. De esta forma, se prohibía la circulación de vehículos privados, exceptuando los de generales victoriosos o sacerdotes que participasen en actos de culto.

Sin movernos de Roma, aunque dando un salto en el tiempo, nos topamos con una norma impulsada desde el Vaticano. Año 1300, papado de Bonifacio VIII y peregrinación multitudinaria al centro de la cristiandad. O lo que es lo mismo: caos circulatorio en ciernes.

El Papa, sabedor de la que se le venía encima a la ciudad, decidió dictar una ley que todavía hoy sigue en vigor en algunos países, la de que los vehículos circulasen por la izquierda. La norma cambiaría en tiempos de Napoleón, cuando el emperador alteró la ley de Bonifacio VIII, obligando a los conductores a circular por la derecha. ¿Por qué en Inglaterra se siguen todavía los preceptos papales? Sencillo: porque Napoleón nunca pudo conquistar aquellos territorios.

Volvemos al siglo XV y recalamos en los dominios de otro Imperio floreciente, el español. Aquella Castilla cada vez más poblada y con un tejido comercial en auge era también sinónimo de accidentes de tráfico, normalmente causados por conductores beodos que tomaban los mandos de su carromato con algún vino de más.

Por ello, Isabel la Católica dictó el que tal vez sea el primer código de sanciones de España, que imponía penas de todo tipo. Aunque no se les podía hacer soplar para determinar su grado de alcohol en sangre, los conductores detenidos en estado de embriaguez debían pagar una multa, decir adiós a su carro o, incluso, ingresar en prisión.

También en el siglo XV, pero en tierras inglesas, el código Liber Albus aplicado en las calles de Londres prohibía conducir los carromatos a mayor velocidad solo por el hecho de ir vacíos, imponiendo una pena económica de 40 peniques (de los de entonces).

Y más medidas disuasorias. En 1584, el Virrey de Valencia Juan de Ribera amenazó con la excomunión a todos aquellos conductores que dejasen aparcados sus vehículos en las calles por las que tuvieran que discurrir las procesiones en honor a San Vicente Mártir, al Corpus o a Nuestra Señora de Agosto. ¿El pasado remoto de los vados y las zonas de estacionamiento regulado?

Un poco más adelante, el 1767, el rey Carlos III se propuso controlar el tráfico entre Madrid y Aranjuez. Los accidentes y problemas eran constantes, por lo que el monarca ilustrado quiso establecer un sistema sancionador moderno y completo que sirviera, además, para sufragar los gastos de mantenimiento de la vía (aunque seguro que muchos conductores ya utilizaban el argumento del afán recaudatorio). En el nuevo código se especificaban las multas por cruzar por lugares prohibidos, por romper los guardarraíles, por causar daños en el arbolado…

Y mucho más cercano en el tiempo, el Reglamento para servicio de coches automóviles por las carreteras del Estado, sancionado por la regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, establecía en su artículo 20 que “el conductor que en el transcurso de un año infringiere dos veces las prescripciones a sus deberes, podrá ser privado de su permiso para conducir automóviles”.

En definitiva, una historia plagada de curiosidades que hacen ver cómo los problemas de tráfico y las multas existen casi desde que los sumerios inventaron la rueda hace 6.000 años. 

Fuente: https://motor.elpais.com/conducir/la-larga-y-curiosa-historia-de-las-multas-de-trafico/

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Noticias cortas del funeral príncipe Felipe de Edimburgo

sábado, 17 de abril de 2021.

 Minuto a Minuto: funeral príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

Por esta razón la reina estaba sentada sola


La familia real se adhiere estrictamente a los protocolos del Reino Unido por el covid-19. Como tal, la reina estaba sentada sola para seguir las restricciones actuales.

Todos los huéspedes que no sean miembros de la misma casa debían sentarse a unos 2 metros de distancia.

La reina y el difunto príncipe Felipe habían estado en una ‘burbuja’ con algunos miembros de su hogar durante el último año, por lo que no es elegible para unirse con otros miembros de su familia.

El duque de Sussex y el duque de Cambridge estaban sentados uno frente al otro en la capilla de San Jorge, William permaneció junto a su esposa Catherine, la duquesa de Cambridge. El príncipe Harry también se sentó solo.

El príncipe Felipe seleccionó todos los himnos para su funeral


El servicio fúnebre está dirigido por el Decano de Windsor, el reverendo David Conner.

«Estamos hoy aquí en la capilla de San Jorge para entregar en manos de Dios el alma de su siervo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Con nuestros corazones agradecidos, recordamos las muchas formas en las que su larga vida fue una bendición para nosotros. Hemos sido inspirados por su lealtad inquebrantable a nuestra reina, su servicio a la nación y la Commonwealth, su valentía, fortaleza y fe. Nuestras vidas se han enriquecido a través de los desafíos que nos ha planteado, el aliento que nos ha dado, su amabilidad, humor y humanidad. Por lo tanto, oramos para que Dios nos dé la gracia de seguir su ejemplo, y que, con nuestro hermano Felipe, conozcamos las alegrías de la vida eterna», dijo Conner.

El ataúd de Felipe está en la capilla

El féretro, seguido por los miembros de la familia real que participaron en la procesión, recorrió el lugar hasta el catafalco.

Al entrar en la Capilla de San Jorge, los miembros de la realeza se pusieron máscaras faciales según los requisitos debido al covid-19 en Inglaterra.

El funeral está a cargo del Decano de Windsor.

Un coro de cuatro personas canta de fondo.

La nación guardó silencio por Felipe

Se llevó a cabo un minuto de silencio a nivel nacional antes de que el ataúd subiera los escalones y fuera recibido por el Decano de Windsor y el Arzobispo de Canterbury en la parte superior.

El comienzo y el final del silencio fueron señalados por un arma disparada desde el jardín este por la artillería a caballo real de la tropa del rey. También se dispararán armas en todas las estaciones principales de saludo en el Reino Unido y en el extranjero.

Multitudes se reúnen en Windsor a pesar de las solicitudes de no hacerlo


Como en muchas otras ocasiones del último año, el funeral del príncipe Felipe se ha adaptado debido al coronavirus –con todos los elementos públicos eliminados–.

Se le solicitó al público mantenerse alejado de los funerales debido a la pandemia. Sin embargo, a pesar de las peticiones de la familia real y las autoridades locales, algunos dolientes se reúnen fuera de los muros del castillo en Windsor.

El príncipe Carlos y la princesa Ana encabezan la procesión real

El príncipe Carlos y su hermana encabezan la procesión real detrás del ataúd del príncipe Felipe.

La reina ha sido vista en público por primera vez hoy con su dama esperando mientras la llevan a la capilla para el funeral.

Sacan el ataúd

El ataúd del duque de Edimburgo salió del Salón Interior gracias a un grupo del Primer Batallón de Granaderos de la Guardia de la Compañía de la Reina. El ataúd está envuelto con la bandera Royal Standard del Príncipe Felipe.

Encima del ataúd hay una corona de flores que la Reina seleccionó, así como el gorro naval y la espada del duque.

La bóveda real no será el lugar del descanso final de Felipe.

Si bien el ataúd del príncipe Felipe fue llevado a una bóveda dentro de la capilla de San Jorge, ese no será su lugar de descanso final, según indicó el corresponsal real de CNN, Max Foster. El cuerpo del príncipe será trasladado para yacer al lado de la reina —quien fue su esposa por más de siete décadas— cuando ella fallezca.

“Él está ahí en su lugar de descanso temporal, de hecho, con otros reyes y reinas en un gran espacio, una gran sala subterránea en la capilla”, afirmó Foster. “Esta historia de amor no ha terminado… porque cuando fallezca la reina la enterrarán en la capilla del rey Jorge VI —la capilla de su padre— y el príncipe Felipe se reunirá con ella ahí. Así que esta historia de amor aún no ha terminado”.

La capilla conmemorativa del rey Jorge VI se encuentra en otra parte de la iglesia. El padre de la reina, su madre y hermana están enterrados en la bóveda.

Bandas militares rindieron tributo a Felipe


El coro finalizó su servicio y su lugar fue ocupado por los clarines de Royal Marines y los trompetistas estatales de la Household Cavalry.

Los cornetas tocan el «Último mensaje», seguidos por los trompetistas estatales que tocan la diana.

A medida que el servicio llegó a su fin, las cornetas interpretaban «Estaciones de acción», que tradicionalmente suenan en un buque de guerra naval para indicar a la tripulación que vaya a las estaciones de batalla. Este llamado fue solicitado por el príncipe Felipe.

El arzobispo de Canterbury siguió con la bendición. La congregación se puso de pie mientras el coro cantó el himno nacional y puso fin al servicio.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/04/17/minuto-a-minuto-funeral-principe-felipe-duque-de-edimburgo/





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La despedida de Felipe de Edimburgo en Videos.

 Una selección de videos del funeral del Príncipe Felipe de Edimburgo.














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El último adíos al Príncipe Felipe de Edimburgo

La última batalla de Felipe de Edimburgo


Más de 700 militares, 30 invitados y un Land Rover verde como coche fúnebre para despedir al marido de la Reina.


Una procesión de ocho minutos transcurrirá desde el Castillo de Windsor hasta la capilla de San Jorge, donde tendrá lugar hoy a partir de las 16 horas en España el funeral del Príncipe Felipe de Edimburgo, fallecido el viernes 9 de abril. Una ceremonia que él mismo había planificado hace 20 años y bautizada con el nombre de operación Forth Bridge. Su esposa se ha visto obligada a realizar algunos cambios por las restricciones del Covid. Quienes no faltarán serán los militares. Más de 700 participarán en la ceremonia en la que sus amados Royal Marines llevarán su ataúd, que portará encima su espada y su gorra. Y como si de su última batalla se tratase, el Cuadrángulo del Castillo de Windsor permanecerá en posición con La Royal Navy, Royal Marines, la Caballería, los Guardias de Infantería y la Banda de los Guardias de Granaderos. Los miembros del regimiento dispararán diminutos cañones desde el jardín del Castillo de Windsor durante el cortejo fúnebre.


Antes de que comience, la Reina Isabel II tendrá un momento de reflexión tranquila cuando su Bentley -en el que irá acompañada de una de sus damas de honor- se detenga detrás del ataúd en la entrada del castillo. La procesión partirá luego siguiendo al Land Rover Defender TD5 130 que él mismo mandó fabricar en Solihull en 2003 para trasladar su féretro y que ha costado 16 años diseñar. La parte trasera abierta ha sido modificada para adaptarla al ataúd que estará equipado con agarraderas de goma especiales en alfileres plateados para mantenerlo segura mientras realiza el trayecto hasta la capilla. Como buen militar pidió que utilizaran la pintura Dark Bronze Green, como la que se usa en los vehículos de las Fuerzas Armadas.


En el altar se exhibirán algunas de las insignias del duque elegidas personalmente por él, que incluyen guiños a su herencia danesa y griega. Allí estarán colocadas las medallas y condecoraciones que le otorgó el Reino Unido y los países de la Common-wealth, junto con sus alas de la Royal Air Force y el bastón de mariscal de campo, que se situarán previamente en nueve cojines en el altar de la Capilla de San Jorge.


La amante invitada

Los 800 invitados que él mismo había elegido se han visto reducidos a 30 por las restricciones del Covid. Ha sido la propia Reina la encargada de asegurarse de que todas las ramas de la familia del duque estén presentes, aunque ha sido un lista difícil de elaborar. Todos ellos tendrán que usar mascarilla en la capilla. Presidirán la ceremonia religiosa el arzobispo de Canterbury y el decano de Windsor. Un pequeño coro de solo cuatro personas, incluida una soprano, cantará las piezas musicales elegidas por el duque.


Entre los asistentes estarán el Príncipe de Gales, la Duquesa de Cornualles, la Princesa Real y su esposo, el Vicealmirante Timothy Laurence, el Duque de York, el Conde y la Condesa de Wessex, el Duque y la Duquesa de Cambridge, el Duque de Sussex, las Princesas Beatriz y Eugenie y sus esposos, Peter Phillips y Zara y Mike Tindall. También se ha incluido a la condesa de 67 años, Lady Brabourne, tres parientes alemanes; Bernhard, príncipe heredero de Baden; el príncipe Donato, Landgrave de Hesse; y el príncipe Felipe de Hohenlohe-Langenburg. Los primos hermanos de la reina, la princesa Alexandra, el duque de Gloucester y el duque de Kent, quienes fueron un apoyo importante para Felipe durante estos años. También los hijos de la difunta hermana de la Reina, la princesa Margarita, el conde de Snowdon y Lady Sarah Chatto y su esposo David Chatto. Y la última en subir a la lista ha sido su amiga especial o amante oficiosa según algunos tabloides, Penélope, condesa Mountbatten, viuda de un pariente del duque. Este le enseñó a conducir carruajes en 1994 y su amistad ha perdurado hasta el final de su vida. La gran ausente será la duquesa de Sussex, Meghan Markle, a quien los médicos le han aconsejado no viajar al estar embarazada de unos siete meses de su segundo hijo. Tampoco estarán presentes los diez bisnietos del duque, a los que han considerado que son demasiado jóvenes para asistir. Lo que sí han hecho esta semana es distribuir una imagen del príncipe Felipe y su mujer acompañados de ellos en 2008 durante una visita a Balmoral.


La colocación de sus nietos, el Príncipe Harry y su hermano Guillermo ha sido motivo de polémica en los últimos días. Tras las confesiones de este a Oprah Winfrey en las que dijo que estaban en «caminos diferentes y tienen días buenos y malos en su relación». Para evitar que sean fotografiados juntos durante el cortejo fúnebre han colocado a su primo Peter Phillips, hijo de la Princesa Ana, en medio. También se decidió que no se usará uniforme militar en el funeral para evitar que Harry, que perdió sus títulos militares tras su renuncia, se sienta desplazado. «Este es un funeral familiar y los arreglos se han acordado y representan los deseos de Su Majestad, así que no vamos a decir nada más al respecto», aseguró un portavoz de palacio para zanjar las polémicas surgidas. Esta es la primera vez que el príncipe Harry visita el Reino Unido desde el Día de la Commonwealth en marzo del año pasado. A pesar del duelo, la Reina ha seguido trabajando estos días en palacio. Este viernes daba la bienvenida formal a su nuevo Lord Chamberlain Andrew Parker, que asumió oficialmente su nuevo cargo el 1 de abril, tras la jubilación de Earl Peel , tras más de 14 años en ese puesto y cuyo último encargo ha sido supervisar todos los arreglos para el funeral del duque.


Queda pendiente saber si la Reina ofecerá un mesaje televisado en homenaje a su amado. Lo que sí ha confirmado Buckingham Palace es que tras el funeral no habrá recepción, como es tradicional, porque las restricciones solo permiten reuniones al aire libre de hasta seis personas.

Fuente: https://www.abc.es/gente/abci-ultima-batalla-felipe-edimburgo-202104170044_noticia.html

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Príncipe Felipe: quiénes son las 30 personas que asistirán al funeral.

 Príncipe Felipe: quiénes son las 30 personas que asistirán este sábado al funeral del esposo de la reina Isabel II.

El duque de Edimburgo tendrá un funeral con bandas y una escolta militar, pero solo 30 de sus allegados podrán asistir a la ceremonia de este sábado debido a las restricciones en Reino Unido por la pandemia del coronavirus.

La despedida al príncipe Felipe, quien murió el 9 de abril con 99 años, se producirá en la capilla de San Jorge, ubicada en el castillo de Windsor, a menos de 40 kilómetros de Londres.

Y se iniciará a las 15:00 hora local (16:00 GMT).

Esta es la lista de las personas que asistirán al funeral:

Reina Isabel II

Príncipe Carlos, hijo primogénito de Isabel II y el príncipe Felipe

Camila, duquesa de Cornualles y esposa del príncipe Carlos

Princesa Ana, única hija de Isabel II y el príncipe Felipe

Vicealmirante Timothy Laurence, esposo de la princesa Ana

Príncipe Andrés, duque de York. Tercer hijo de Isabel II y el príncipe Felipe

Príncipe Eduardo, conde de Wessex. Cuarto y último hijo de Isabel II y el príncipe Felipe.

Condesa de Wessex, Sophie Rhys-Jones. Esposa del príncipe Eduardo

Príncipe Guillermo, duque de Cambridge. Hijo primogénito del príncipe Carlos.

Catherine Middleton, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe Guillermo

Príncipe Harry, duque de Sussex. Segundo hijo del príncipe Carlos

Peter Phillips, hijo de la princesa Ana. Nieto de Isabel II y el príncipe Felipe

Zara Tindall, hija de la princesa Ana. Nieta de Isabel II y el príncipe Felipe

Mike Tindall, esposo de Zara

Princesa Beatriz, hija del príncipe Andrés

Conde Edoardo Mapelli Mozzi, esposo de la princesa Beatriz

Princesa Eugenia, hija del príncipe Andrés

Jack Brooksbank, esposo de la princesa Eugenia

Luisa Mountbatten-Windsor, hija príncipe Eduardo

Vizconde James Mountbatten-Windsor, segundo hijo del príncipe Eduardo

Eduardo, duque de Kent. Primo de Isabel II y nieto del rey Jorge V

Ricardo, duque de Gloucester. Primo de Isabel II y nieto del rey Jorge V

Princesa Alejandra, prima de Isabel II y nieta del rey Jorge V

Príncipe Bernardo de Baden. Nieto de una de las hermanas del el príncipe Felipe.

Príncipe Donatus de Hesse, primo lejano del príncipe Felipe

Príncipe Felipe de Hohenlohe-Langenburg. Nieto de una de las hermanas del príncipe Felipe

David Armstrong-Jones, hijo de la princesa Margarita, hermana de Isabel II

Penelope Knatchbull, condesa Mountbatten de Burma

Sarah Chatto, hija de la princesa Margarita, hermana de Isabel II

Daniel Chatto, esposo de Sarah.


La procesión hasta la capilla de San Jorge para el funeral estará encabezada por la banda de los Guardias Granaderos.

Y será seguida por el los jefes del alto mando militar, incluido el jefe del Estado Mayor de Defensa, Nicholas Carter, y el primer almirante Tony Radakin.

Este último, tras la muerte del príncipe Felipe, brindó un homenaje a la carrera naval del duque y afirmó que "era uno de nosotros".

También en la procesión estará el brigadier Archie Miller Bakewell, un oficial de protección personal.

Lo acompañarán en un vehículo de la marca británica Land Rover dos escoltas y un par de asistentes personales.

Bakewell fue secretario privado y mano derecha del príncipe Felipe durante más de una década, y comenzó a trabajar con él en 2010.

El decano de la capilla de Windsor, el reverendo David Conner, oficiará el funeral.

Los otros asistentes previstos serán cuatro cantantes que interpretarán temas musicales que eran del gusto del duque.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-56782582/

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Así fue el príncipe consorte, Felipe de Edimburgo

miércoles, 14 de abril de 2021.

 La muerte de Felipe de Edimburgo a los 99 años de edad, esta mañana en el castillo de Windsor, termina con un matrimonio real de 73 años años, con la reina Isabel II, con quien tuvo cuatro hijos, los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo de Inglaterra. 


Desde 2017, el príncipe estaba retirado de la vida pública, después de seis décadas de intensa actividad como príncipe consorte. 


La historia de Felipe e Isabel no sólo resalta por haber iniciado en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, también hicieron historia al protagonizar la primera gran boda real en ser transmitida por televisión, con 200 millones de espectadores, en noviembre de 1974. 

Felipe tuvo que renunciar a sus títulos y derechos dinásticos sobre los tronos de Grecia y Dinamarca para poder casarse, a pesar de que estas casas reales ya no existían desde su infancia. 

Sin embargo, la mediación de su tío, Lord Mountbatten, último virrey de la India, ante su suegro Jorge VI, le consiguió los títulos de duque de Edimburgo, conde de Merioneth, y barón de Greenwich.

El príncipe declaró para medios británicos que el inesperado ascenso al trono de Isabel II lo tomó por sorpresa y tuvo que desarrollar su papel en la Casa Real, a prueba y error. 

Antes del trono, Felipe hizo carrera en la marina, estacionado en Malta entre 1949 y 1951, donde se aficionó al polo. 

El Duque de Edimburgo estaba por llegar a los 100 años de edad el próximo 10 de junio. 

A través de un comunicado en Twitter, la Familia Real, anunció con profundo dolor el deceso. 

“Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo”. 

Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor”.

Fuente: https://quierotv.mx/nota.php?nota=13287&seccion=1

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El "braguetazo" de Felipe de Edimburgo.

 El "braguetazo" de Felipe de Edimburgo, que llevó con humor (y poniendo los cuernos) los sacrificios de la Corte.


En 1947 fueron anunciados los esponsales de la princesa Isabel de Inglaterra con el teniente de navío Felipe Mountbatten, hijo del príncipe Andrés de Grecia, uno de los tataranietos de la legendaria reina Victoria de los británicos. Así pues, los novios, que se conocían desde niños, descendían de una misma, lejana dinastía.

El ahora difunto Duque de Edimburgo vino al mundo el 10 de junio de 1921 (le ha han faltado apenas dos meses para llegar a centenario, por tanto) en el palacio de Mon Repos de Corfú, Grecia. Sus estudios se centraron en la Real Escuela Naval de Dartmouth. Toda su juventud estuvo presidida por sus servicios en el mar, muy en concreto durante la II Guerra Mundial, que le permitió al concluirse ostentar el grado de teniente de navío.

La primera vez que Isabel y Felipe se vieron fue en la boda de Marina de Grecia con el duque de Kent, parientes de ambos. Isabel contaba ocho años, cinco menos que él. Se reencontraron al cabo de un quinquenio, en la ya citada Escuela Naval de Dartmound. La princesa, aún adolescente, quedóse lo que comúnmente se dice en casos así, "colada" ante la imponente presencia física del ya cadete de la Royal Navy, Felipe Mountbatten, que con dieciocho años despertaba la admiración femenina, comenzando a sumar conquistas de jovencitas prendadas de su apostura.

Una prima de Isabel, Margareth Rhodes, escribiría en su libro de recuerdos que Isabel se enamoró entonces del que iba a ser su futuro esposo. Fueron muchas las cartas que intercambiaron a partir de aquel año, 1939. Amor a primera vista, probablemente el primero que sintió la princesa británica, no así en el caso de Felipe. El caso es que no iba a ser un matrimonio de conveniencia. Aún nadie presentía, ni ella misma, que fuera a ser reina cuando menos se lo esperaba. Y su enamorado tampoco imaginaba que iba a ocupar el puesto de consorte durante muchísimos años.

Había un obstáculo en aquel noviazgo: en la Corte inglesa: "no caía bien" aquel descendiente de los Mounbatten, de los que se decía habían simpatizado con los nazis. Por si esa acusación, fuera o no cierta y resultara en principio el único inconveniente, de Felipe comentábase que era un poco desclasado, tal vez por su exilio, nada amigo de los rigores de palacio, sin patrimonio apenas, un caballero venido a menos que, acaso, buscaba en su matrimonio con Isabel poco menos que dar eso que en la calle se ha llamado siempre "braguetazo". Es difícil conocer a fondo los verdaderos sentimientos humanos. Aparentemente, Isabel y Felipe eran dos jóvenes muy enamorados, y la princesa trataba de dar por terminado el noviazgo para casarse cuanto antes. Tenía veinte años y su progenitor, el rey Jorge VI, trató de disuadirla, esperando que cumpliera la mayoría de edad. Total, un año de espera. Para no desairarlo, así sucedió. Y la boda, con toda pompa y esplendor que se escribió siempre en acontecimientos principescos tendría lugar el 20 de de noviembre de 1947. Naturalmente en la abadía de Westminster, donde por lo común siempre se han celebrado acontecimientos regios. La pareja tendría cuatro hijos, como harto sabido es: Carlos, Andrés, Ana y Eduardo. Por unas causas u otras más de un disgusto les causaron, sobre todo los dos mayores. Y no digamos el primogénito y su infortunada boda con Diana. Por no añadir lo acaecido hace pocas semanas, con las declaraciones de Harry y su esposa, la actriz Meghan, que tantos quebraderos de cabeza han supuesto para la reina y su familia.

El padre de Isabel se convirtió en monarca tras la abdicación de su hermano Eduardo VII, por culpa de una dama norteamericana, Wallis Simpson, de la que se enamoró hasta las trancas, de tal modo que como amante ella no podría permanecer en la Corte mientras él reinaba; prefirió renunciar a su regio sillón, abandonando incluso Inglaterra para vivir entre Francia sobre todo y los Estados Unidos. La pareja vivía ostentosamente, en París, en la Costa Azul, viajaba constantemente (a España vinieron en distintas ocasiones) gozando de su condición social y sin que el ex-monarca diera "un palo al aire". Un celebrado corresponsal de "la Vanguardia" en Nueva York, Ángel Zúñiga, refería que cuando aquellos Duques de Windsor, que eran los títulos que ostentaban una vez dejaron Londres, acudían a alguna recepción, solicitaban de los invitados ser tratados como creían corresponderles, entre reverencias y atenciones especiales. Lo que consiguieron fue que cada vez se distanciaran de ellos. Eran pesadísimos con sus ínfulas protocolarias que exigían a su alrededor.

Así es que tras la abdicación de Eduardo VII, su hermano reinó desde 1936 hasta su muerte en 1952. El fallecimiento de Jorge VI supuso la llegada al trono de Inglaterra de su hija Lilibeth, como era llamada familiarmente. Habían transcurrido casi cinco años y medio de su boda con Felipe y con veinticinco cumplidos fue coronada en la abadía de Westminster, ese escenario como decíamos, de los grandes sucesos en la Corte británica. Con decir que la BBC televisó el acontecimiento cabe imaginarse la cantidad de millones de telespectadores que siguieron la ceremonia. No aquí en España, claro, donde aún no gozábamos de ese invento que iba a cambiar nuestra sociedad. Fue el 3 de junio de 1953. A partir de entonces, Felipe, ya Duque de Edimburgo, supo que debía caminar unos pocos pasos detrás de su esposa, la flamante reina de Inglaterra, coronada como Isabel II.

Felipe, príncipe consorte, ya había abdicado de otros deberes que le impusieron al casarse con Isabel, entre ellos a la renuncia de su apellido, Mountbatten. Sus deberes con la Corona no eran cosa de moco de pavo. Debía siempre aceptar unas obligaciones que le marcaba cada gobierno de turno y, en general, el protocolo de la Corte, entre viajes, inauguraciones, almuerzos y cenas, recepción de ilustres invitados, asistencias a bodas y eventos regios… Para un hombre como él que, de soltero, aparte de la disciplina militar, era libre para no estar sujeto a prescripciones de ninguna clase, por supuesto incluidas sus constantes aventuras con chicas, el sacrificio que le supuso convertirse en consorte, fue grande. Menos mal que, exhibiendo a menudo su buen humor de auténtica flema británica, ha compartido su vida con Isabel de la mejor manera posible. Porque la reina también en privado sostiene esa bonhomía, de lo que se deduce que en su trato en cuanto a conversaciones se refiere, a la vida diaria en palacio, en sus viajes, siempre han mantenido esa misma sintonía. Otra cosa distinta han sido sus relaciones maritales, enfriadas ya hace mucho tiempo, después del nacimiento de su cuarto y último hijo, cuando decidieron dormir en camas separadas. Isabel II siempre fue consciente de las escapadas palaciegas de su marido, pero las disculpaba en privado: "Los hombres son así, necesitan buscar otra cosa que no encuentran de casados en el hogar", venía a confesar, según sus biógrafos. La mayoría de ellos coinciden en los romances más conocidos del Duque de Edimburgo, en su vida disipada, en su necesidad de holgar en corrales ajenos, en poseer una vía de escape, que siempre fueron las mujeres. No iba a estar los días libres de compromisos oficiales siempre leyendo, su afición favorita.

Ya en su juventud frecuentaba un club privado del Soho londinense, no precisamente barrio de su alcurnia, para divertirse con señoritas de dudosa moralidad. Comentaba que debía zafarse de sus guardaespaldas para ir a sitios de baja estofa. Pero gozó de damas muy distintas, unas muy cultas, como la escritora Daphne du Maurier, que era catorce años mayor, lo que al Duque jamás le importó. Entablaron amistad a raíz de que el marido de ella era secretario del Duque, Frederick Arthur Montagne Browning. Al Duque no le importó esa circunstancia para encamarse con la ilustre novelista. En cuanto al burlado esposo digamos que "se hizo el ciego", elegante manera de eludir entre sus amistades su situación de consentido.

La actriz Cobina Wright Jr., que había conocido a la futura reina Isabel en 1939, fue uno de los más impetuosos amores del Duque, al punto que estuvo a punto de casarse con ella. No se olvide que por esa época aún estaba soltero. Mas ella se negó a la boda, casándose luego con un millonario americano.

No se arredró nunca Felipe por las contrariedades que tuviera en el amor. Le contaba a su tío Luis Mountbatten algunas de sus aventuras y éste, correspondiéndole en esas debilidades llegó a cederle una de sus amantes, Sasha, duquesa de Abercon, que era por cierto prima de Isabel II. Los cuernos en familia parece que se soportan mejor. Fue también el caso de Alexandra de Kent, otra prima política de la Soberana, en cuya boda fue una de sus ocho damas de honor. Su primo Felipe fue amante suyo por un tiempo. En ese ambiente sin pudor alguno ni respeto entre parientes, nuestro protagonista dio en intimar con lady Penny Brabournne, cuyo marido era ahijado de aquel. Terminó ella dejándolo para convertirse en una de las más asiduas en el catre del príncipe. Desde que iniciaron su idilio en un partido de polo, deporte muy practicado entre los aristócratas ingleses, ella con veintidós años y él con cincuenta y cinco, vivieron un frenético y prolongado idilio; quizás Penny haya sido otro de los más grandes amores del príncipe Felipe. Y dentro de esas licencias que éste siempre se tomaba no dudó en "quitarle la novia" que tenía su hijo menor, Eduardo, de dieciseis años, Romy Adlington. Encantada de haber "hecho el amor" con un caballero como el Duque que contaba sesenta y seis años, resolvió contárselo a joven Eduardo, que no sabemos si estaba al hilo del asunto; el caso es que rompieron, como era de esperar. La esposa de otro de sus ahijados, Norton Knatcbull, conde Mounbatten de Birmania, de lo que se deduce era pariente del Duque, de nombre Penny Romsey, fue otra de las féminas casadas que no pudo resistirse al encanto del marido de la reina.

Los ligues del príncipe consorte podían surgir en cualquier parte. La elegancia, el porte, sus ocurrencias verbales eran bazas que nunca le fallaban. En el London Hippodrome un amigo le presentó a Pat Kirkwood, bailarina de cabaré cuyas esculturales extremidades volvieron loco al Duque. Su especialidad era la danza del vientre, lo que excitaba más a Felipe. Era una artista porno, claro. La noche en que se conocieron fue para la pareja una explosión de lujuria en las cama. Acabaron naturalmente desayunando juntos.

A Patricia Kluge le gustaban mucho los caballos. Tanto qque, consciente de que era una de las aficiones también de Felipe de Edimburgo, consiguió ser invitada a palacio, donde sus cuadras de equinos siempre estuvieron muy cuidadas, dado que Isabel II como es sabido, siempre se manifestó como una experta amazona. Menos apasionado que su esposa, Felipe aprovechó la presencia de la tal Patricia para mostrarle las caballerizas, al tiempo que "le metía mano" hasta lograr su objetivo. Nada podía impedírselo, ni siquiera sabiendo que estaba casada con el millonario John Kluge, quien propietario de una espectacular finca en Escocia invitó al Duque a pasar unos días de descanso. Lo que él aprovechó para a espaldas del iluso anfitrión coronarlo con toda su maestría seductora.

Otra dama de origen francés y dudosa reputación, Helene Cordet, se suma a esta lista de amantes interminables del difunto príncipe consorte (o consuerte, como lo motejó Jaime Peñafiel, el periodista mayor experto en bodas reales). Tan intensa fue la amistad sentimental que tuvo con Felipe de Edimburgo, que después de ser amantes largo tiempo, ella se casó. Y quien la llevó hasta el altar como pàdrino ¡fue el Duque! Esto que contamos sería un magnífico episodio para alguna película surrealista. Tanto se amaron que él no vaciló en rascarse el bolsillo y ayudarle a pagar la inauguración de un cabaré del que Helene fue propietaria. Tuvo dos niños, Louis y Max. Los llevó al mismo colegio en donde estudiaban los hijos varones de Isabel II. Tantas atenciones dieron tema a los biógrafos del Duque para insinuar si esos dos retoños de "la Cordet" no llevarían sangre azul. Suposiciones que gravitaron sobre la vida del marido de la reina. Hijos ilegítimos se creyó que fueron los que tuvo una dama argentina, Magdalena Nelson Blaquier.

Y ya que hemos citado Argentina no hemos de soslayar otra historia que cuando se casó el príncipe Andrés con Sarah Ferguson (divorciados hace ya tiempo como es harto notorio) salió a la luz pública. Y es que Felipe de Edimburgo mantuvo un lío amoroso con la madre de Sarah. El esposo de la desvergonzada señora, Ronald Ferguson, manifiesto cornudo, tuvo una feliz frase para comentar su desdicha: "Mientras yo jugaba al polo mi mujer "jugaba a otra cosa".

A la vista está que la vida de Felipe de Edimburgo, por muy sacrificada que haya sido desde que se casara con Isabel II, convirtiéndose poco después en príncipe consorte, ha tenido otras compensaciones, como fue su historial amoroso con decenas de mujeres, quizás cientos. Nosotros hemos seleccionado sólo unas pocas. En la serie The Crown, emitida recientemente en una canal de la televisión inglesa, se exponían algunos capítulos poco edificantes de La Firma, que es como en el ámbito de la Corte inglesa se conoce a sus miembros.

Siempre con el respeto debido y más en este luctuoso trance, podríamos concluir, dado que el finado gozaba gastando bromas a diestro y siniestro, que acaso sabiéndose ya tan longevo, a punto de cumplir en junio los cien años, aquello de "¡que me quiten lo bailao!".

Fuente: https://www.libertaddigital.com/chic/corazon/2021-04-09/el-braguetazo-de-felipe-de-edimburgo-que-llevo-con-humor-y-poniendo-los-cuernos-los-sacrificios-de-la-corte-6743916/
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El consorte de Isabel II deja una colección de salidas de tono y comentarios para enmarcar.

 "Esos bastardos han asesinado a la mitad de mi familia" y otras perlas de Felipe de Edimburgo.


El príncipe Felipe, duque de Edimburgo y marido de la reina Isabel II, ha fallecido este 9 de abril en el Castillo de Windsor a los 99 años, pero con él no se va únicamente una de las mayores personalidades de Reino Unido, se van algunas de las mayores salidas de tono de la Casa Real británica.

A lo largo de su vida, el Felipe ha ido generando una buena colección de frases memorables, algunas tan polémicas y controvertidas como graciosas. Desde meteduras de pata a comentarios mordaces que dejaban sin habla a periodistas u otros altos cargos o simplemente tiraban al traste cualquier atisbo de protocolo. Estos son algunos de sus grandes éxitos.

“Esos bastardos han asesinado a la mitad de mi familia”

En 1967, Felipe confesó que Rusia era un destino al que le encantaría ir. No obstante, mostró su reticencia señalando que “esos bastardos”, los rusos, se habían cargado a parte de su ascendencia. El motivo es que sus abuelos eran el rey Jorge I de Grecia y la gran duquesa Olga, nieta del zar Nicolás. Y todos sabemos lo que ocurrió tras el asalto al Palacio de Invierno.

“Si te quedas aquí mucho más tiempo te volverás a casa con los ojos entrecerrados”

Esta perla hay que rescatarla de una charla que mantuvo el duque de Edimburgo con un estudiante británico en 1986. Fuera de contexto, podría quedarse en un simple comentario que apuntaría a que estaba aburrido. Pero no, es polémica porque el estudiante se encontraba en China.

″¿Todavía se seguían lanzando jabalinas unos a otros?”

La del estudiante británico no fue la única frase con cierta componente de choque cultural. Corría 1998 cuando preguntó a un viajero que hacía escalada en Papúa Nueva Guinea si “no le devoraban” los habitantes. No obstante, fue más hiriente en otra ocasión, al preguntarle interesado al líder de los aborígenes australianos, William Brin, en Queensland por la cuestión de las lanzas.

″¿Sordos? Si os ponéis cerca de ahí no me extraña que estéis sordos”

Pongámonos en situación. Un encuentro con unos niños con discapacidad auditiva, Felipe de Edimburgo y una banda caribeña de percusión. Efectivamente, los pequeños con sordera fueron objeto de este comentario mientras el príncipe señalaba a la formación musical.

″¿A cuánta gente has atropellado esta mañana con esa cosa?”

La falta de respeto a las personas con discapacidad no se quedó en la anécdota de la banda caribeña. En una ocasión, y tras ver a un hombre conduciendo una moto adaptada a personas con movilidad reducida, no dudó en hacerle esta pregunta a modo de chiste. Hay que resaltar el matiz de frecuencia que aporta “esta mañana”.

“Las mujeres británicas no saben cocinar”

Humor inglés o no, el comentario ya es bastante despectivo y machista de por sí. Pero el ingrediente fundamental de esta polémica frase es que Felipe la pronunció en un acto que tenía lugar en el Instituto de la Mujer de Escocia. A modo de guinda, y ante una audiencia que se quedó pasmada, también le espetó a una keniata: “Tú eres una mujer, ¿verdad?”. 

″¿Tiene bragas fabricadas en este material?”

Continuando el listado de salidas de tono culturales, esta tiene doble ofensa. Mientras tenía lugar un evento en Reino Unido y Felipe de Edimburgo contemplaba una tela de tartán que había sido confeccionada por el papa, le surgió esta duda. A quien se la planteó fue a Annabel Goldie, quien dirigía el Partido Conservador escocés.

“Ojalá le hubieran apagado el micrófono”

Una pista sobre el hombre al que aludía Felipe de Edimburgo con esta crítica musical. Tiene el título de sir. Correcto, al parecer, el príncipe no quedó muy contento tras un concierto de Elton John. 

″¿Sois todos de la misma familia?”

A priori, no parece la más mordaz de estas perlas, pero hay que tener en cuenta que se trata de una cuestión que les planteó a los integrantes de un grupo de danza multiétnico. Nada raro para el mismo príncipe que calificó a una antiquísima obra de arte etíope como una “manualidad” de las que traía su hija de la escuela.

“Una pregunta idiota”

Felipe de Edimburgo no tenía mucho tacto con los profesionales de la comunicación. En 2006 describió así la pregunta que le había realizado una periodista de la BBC. Concretamente, sólo le había preguntado si la reina Isabel II había disfrutado de su estancia en París. Con todo, el consorte de ésta ya había mostrado su parecer sobre los medios durante una visita a un hospital caribeño. Allí les dijo que ellos tenían que soportar la presencia de la los mosquitos, pero que los británicos ya tenían a la prensa.

“Listo para irse a dormir”

En otra de sus críticas, esta vez de moda, Felipe abordó al presidente de Nigeria durante un evento que tuvo lugar en 2003 y le dijo que estaba listo para irse a dormir. El motivo es que el mandatario africano llevaba puesto el traje tradicional de su país.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es/entry/frases-felipe-edimburgo_es_607045a5c5b6c795e15202ea

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El Duque de Edimburgo será enterrado en un ataúd hecho hace 30 años.

 El Duque de Edimburgo será enterrado en un ataúd de roble y plomo hecho 30 años atrás.


Poco a poco se van descubriendo nuevos detalles del funeral, como el coche en el que acudirá su féretro o cómo se ha hecho el ataúd.

Poco a poco se va acercando el día del funeral del Duque de Edimburgo y con ello se van descubriendo nuevos detalles y datos sobre cómo será la ceremonia en la que se le dará el último adiós. Lo cierto es que su despedida será muy diferente a como hubiese sido en unas circunstancias en las que no hubiese una pandemia, no obstante, hay que adaptarse a estos tiempos y por eso el aforo será mucho más reducido.

Ha sido el medio Daily Mail el que ha revelado que el marido de la Reina Isabel será sepultado en un ataúd que fue elaborado treinta años atrás en roble inglés, revestido de plomo. Y este ataúd tiene un 'hermano gemelo' creado para el momento en el que la Reina se marche también con su fallecimiento. El hecho de que esté revestido de este material es que protege mejor de la humedad y conserva mejor el cuerpo. Con ello se intuye que pesará bastante, igual que sucedió con el de Lady Di, que pesaba cerca de un cuarto de tonelada.

Otra de las cosas que se ha sabido es que los miembros de la Familia Real llevarán mascarilla cuando se reúnan en el funeral, al que solo podrán acudir treinta personas tal y como indica el protocolo, no obstante, están obligados a mantener la reglamentaria distancia de seguridad. Para darle el último adiós, llegará a la capilla de San Jorge en Windsor en un coche fúnebre que él mismo diseñó, un Land Rover híbrido. Esto indica una vez más que tenía todo más que pensado para el momento en el que tuviera que despedirse del mundo.

Quién sí y quién no

Y con tanta restricción será la Reina Isabel la encargada de decidir quiénes estarán presentas en la capilla durante el funeral. Se prevé que acudan sus cuatro hijos: El Príncipe Carlos, la Princesa Ana, el Príncipe Andrés y el Príncipe Eduardo, acompañados de sus respectivas parejas en caso de tenerlas. Sus ocho nietos también acudirán, incluido el Príncipe Harry que ha viajado desde Estados Unidos para despedir a su abuelo, y algunos podrán acudir con sus parejas, aunque él no lo hará porque Meghan Markle se ha quedado en California con el pequeño Archie. Echando cuentas el número de asistentes asciende a una veintena, por lo que no se sabe a quiénes descartará, teniendo en cuenta que la Casa Real Británica es muy extensa.

Y que decir que no estará presente ningún miembro de otras Casas Reales europeas por la pandemia. Tampoco está claro si asistirán los descendientes de las cuatro hermanas del Duque de Edimburgo, aunque todo parece indicar que la Reina Isabel querría invitarles como representantes de la familia alemana de su marido.

Fuente: https://www.bekia.es/realeza/noticias/duque-edimburgo-enterrado-ataud-roble-plomo/


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El detalle del duque de Edimburgo con sus nietos en el funeral de Lady Di.

martes, 13 de abril de 2021.

 El detalle del duque de Edimburgo con sus nietos en el funeral de Lady Di que ellos devolverán ahora.


Una de las imágenes más recordadas de la familia real inglesa en los últimos años es la que se produjo en el funeral de Diana de Gales, exesposa del príncipe Carlos, tras su trágica muerte en el año 1997. En concreto es la de sus dos hijos, Guillermo y Enrique, paseando tras el féretro de su madre por las calles de Londres.

Junto a ellos estaba su padre, Carlos, y su tío Charles, hermano de lady Diana. Pero también estaba otra figura: el abuelo de los chicos, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fallecido este viernes.

Tal y como recoge el Mirror, la escena fue controvertida y durante años ha habido un debate sobre si era apropiado que los hijos pequeños de la princesa de Gales se unieran al cortejo fúnebre mientras millones de personas veían la televisión.

Harry, que entonces tenía 12 años, y Guillermo, que tenía 15 en ese momento, han contado desde entonces que fue una "decisión grupal", y el duque de Sussex ha dicho que, en retrospectiva, fue una de la que se alegra.

Y en esta escena fue clave su abuelo. El príncipe Felipe estaba preocupado de que los chicos, en el futuro, pudieran arrepentirse de no haber seguido el cortejo fúnebre de Diana. Por eso, les prometió a sus nietos la noche anterior que él desfilaría también si ellos lo hacían. Y que lo haría junto a ellos.

Hasta ese momento, los niños dudaban acerca de si participar en el cortejo fúnebre, por lo que el apoyo de su abuelo fue clave para despedir a su madre. Para su abuelo no fue fácil tomar esa decisión, habida cuenta de que su relación con Lady Di no era buena y, de hecho, sentía total aversión por ella.

Finalmente, al día siguiente, el duque de Edimburgo se unió a Guillermo, Harry, el príncipe Carlos y el hermano de Diana, el conde Spencer, en el paseo desde el Palacio de Kensington hasta la Abadía de Westminster.

Las críticas del hermano de Lady Di

Años después, Charles Spencer, hermano de Diana, dijo que aquella decisión de hacer desfilar a los niños le pareció un error, y que fue "cruel". Explicó que lady Di se habría opuesto frontalmente, y que le engañaron porque le dijeron que fue decisión de los niños.

Aquel paseo "fue la peor parte del día por un margen considerable, caminando detrás del cuerpo de mi hermana con dos niños que obviamente estaban destrozados por la muerte de su madre", dijo Spencer.

En 2017, Harry dijo que era algo que a ningún niño "se le debería pedir que hiciera", pero le dijo a la BBC que no "tiene una opinión sobre si eso estaba bien o mal" y ahora está "muy contento" de haberlo hecho. Por su parte, su hermano dijo una vez que fue "una de las cosas más difíciles que he hecho".

Ahora, tras la muerte de su abuelo, los hermanos van a devolverle a su abuelo el favor que les hizo al ponerse a su lado en el funeral de Diana. Está previsto que el próximo sábado, los príncipes Guillermo y Harry escolten el féretro de su abuelo en el mucho más íntimo funeral que se celebrará en el castillo de Windsor. Lo harán juntos y se prevé que también estén su padre y sus tíos.

Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/4651954/0/detalle-duque-edimburgo-nietos-funeral-lady-di-ellos-devolveran-ahora/

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Los últimos instantes de vida del duque de Edimburgo

 Así fueron los últimos instantes de vida del príncipe Felipe, duque de Edimburgo: murió en paz y de forma "muy dulce".


La dos cámaras del Parlamento británico -Comunes y Lores- rinden este lunes homenaje al duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, fallecido el pasado viernes a los 99 años en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres.

El Parlamento, que estaba en receso hasta este martes, celebrará esta tarde una sesión extraordinaria para que diputados y lores puedan rendir tributo a la figura del príncipe Felipe por sus más de 70 años de servicio al Reino Unido.

Las autoridades británicas han decretado una semana de duelo nacional, un periodo en que las banderas de los edificios gubernamentales y los palacios reales ondearán a media asta.

El funeral del duque tendrá lugar el próximo sábado -día 17- en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, al que solo podrán asistir 30 personas en virtud de las actuales restricciones para contener la propagación de la covid-19.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha decidido no asistir al funeral para permitir que otro miembro de la familia real tenga la oportunidad de despedir al marido de Isabel II.

Al funeral asistirá el duque de Sussex, Harry, que ha viajado desde California (EE UU), donde reside, pero su esposa, Meghan, no estará dado su avanzado estado de gestación, informaron los medios.

Los hijos de Isabel II -Carlos, Ana, Andrés y Eduardo- destacaron el fin de semana, en sendas declaraciones a los medios, el dolor que afronta la familia y resaltaron el apoyo que dio a la reina durante su largo reinado.

Este domingo, varios miembros de la Familia Real británica asistieron a un servicio religioso en memoria de esposo de la reina Isabel II en la Capilla Real de Todos los Santos del Royal Lodge en Windsor. Sophie Wessex, esposa del príncipe Eduardo de Inglaterra, desveló cómo fueron los últimos instantes de vida del duque, revelando que el duque se marchó en paz. 

"Fue muy dulce, como si alguien lo cogiera la de la mano y se fuera. Fue muy muy pacífico, y eso es lo que deseas para alguien, ¿no? Por eso, yo creo que es mucho más fácil para la persona que se va que para la gente que se queda atrás. Estamos todos sentados, mirándonos y diciendo: 'esto es horrible", relató.

Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/4653007/0/asi-fueron-los-ultimos-instantes-de-vida-del-principe-felipe-duque-de-edimburgo/

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El príncipe Harry rinde homenaje a su abuelo.

 El príncipe Harry rinde homenaje a su «pícaro» abuelo, el príncipe Felipe. 


El duque de Sussex rindió homenaje a su «pícaro» abuelo, el duque de Edimburgo, en un comunicado a través de su Fundación Archewell después de llegar al Reino Unido desde Estados Unidos el lunes.

“Mi abuelo era un hombre de servicio, honor y gran humor. Era auténticamente él mismo, con un ingenio muy agudo, y podía llamar la atención de cualquier habitación debido a su encanto, y también porque nunca se sabía lo que diría a continuación”, dijo el príncipe Harry.

El mensaje del príncipe Harry y Meghan sobre la muerte de Felipe

“Será recordado como el consorte reinante más antiguo, un militar condecorado, un príncipe y un duque. Pero para mí, como muchos de ustedes que han perdido a un ser querido o abuelo en este doloroso año que ha pasado, él era mi abuelo: maestro de la barbacoa, leyenda de las bromas y pícaro hasta el final».

“Él ha sido una roca para Su Majestad la Reina con una devoción incomparable, a su lado durante 73 años de matrimonio, y aunque podría continuar, sé que ahora mismo nos diría a todos, cerveza en mano, ‘Oh, ¡sigue adelante!’”, agregó.

“Así que, en esa nota, abuelo, gracias por tu servicio, tu dedicación a la abuela y por ser siempre tú mismo. La nación y el mundo te extrañarán profundamente, pero siempre te recordarán. Meghan, Archie y yo (así como tu futura bisnieta) siempre tendremos un lugar especial para ti en nuestros corazones.‘Per Mare, Per Terram’», dice el comunicado.

El príncipe Harry irá al funeral de su abuelo el príncipe Felipe

El príncipe Harry voló de regreso al Reino Unido desde su casa en Estados Unidos el domingo para el funeral del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, informaron el lunes varios medios de comunicación británicos.

Se dice que el duque de Sussex fue visto en el aeropuerto Heathrow de Londres desembarcando de un vuelo de British Airways desde Los Ángeles a la 1:15 p.m., informó el periódico Sun citando a un testigo ocular.

El funeral del príncipe Felipe: así será la ceremonia discreta para el esposo de la reina Isabel II

Fuentes oficiales se han negado a comentar sobre los movimientos de viaje de Harry, pero un portavoz del Palacio de Buckingham dijo durante el fin de semana que el príncipe «planea asistir» al funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, en Windsor el sábado.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/04/12/el-principe-harry-rinde-homenaje-a-su-picaro-abuelo-el-principe-felipe/

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El Príncipe Felipe de Edimburgo: Su vida en imágenes

lunes, 12 de abril de 2021.

 Resumen de su vida en imágenes.


Sacrificios para casarse con Isabell II

Felipe tuvo que hacer varios sacrificios para poder casarse en 1947 con la entonces princesa Isabel. Renunció a su título de príncipe de Grecia y Dinamarca para tomar la nacionalidad británica y convertirse en duque poco antes de su boda y en príncipe de Reino Unido en 1957. Era de religión ortodoxa, pero aceptó abandonarla para convertirse en anglicano y, para complacer a su novia, dejó de fumar.


Renuncia a su carrera como oficial de la Royal Navy

Tras la muerte del rey Jorge VI, que propulsó a su joven esposa al trono en 1952, Felipe tuvo que renunciar a su prometedora carrera como oficial de la Royal Navy. Tuvo que aceptar, asimismo, que la familia real, y por lo tanto los hijos de la pareja, no llevasen su apellido, sino el de su esposa. Y aunque aspiraba a ser visto como monarca, debió resignarse a un eterno papel de secundario.


Rechazo inicial de la familia real

Isabel II siempre lo describió como su "roca" y su "apoyo", pero la familia Windsor estaba lejos de la satisfacción cuando la joven princesa anunció que quería casarse con él. Según el diplomático y escritor Sir Harold Nicolson, el rey Jorge VI y su esposa lo encontraban "grosero, mal educado y sin modales" y consideraban "que sería probablemente infiel".


Rey de lo políticamente incorrecto

Su temperamento fue efectivamente volcánico, sin ninguna consideración por lo políticamente correcto, aunque en los últimos años se calmó. "¿Lograron que no los comieran?", preguntó a un joven británico que venía de viajar por Papúa Nueva Guinea en 1998. "Ustedes tienen mosquitos, yo tengo periodistas", dijo en Dominica en 1966. Luego compararía a los periodistas con los monos de Gibraltar.


Sin morderse la lengua

En otra ocasión, un niño le confesó que quería ser astronauta, y el duque le respondió que estaba demasiado gordo para volar. Cuando se le preguntó si le gustaría visitar la Unión Soviética, dijo: "Me encantaría visitar Rusia, aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia" (en alusión a la suerte de los Romanov). En la foto, Felipe en la premiación de un torneo de Polo en 1966.


Allegados alemanes del príncipe

En el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, la aristocracia británica se sentía incómoda con los allegados alemanes del príncipe. Sus cuatro hermanas mayores, casadas con príncipes alemanes cercanos al Reich, no fueron invitadas a su boda con Isabel. En la foto, Felipe de Grecia y Dinamarca de bebé en la década de 1920.


"Muévete, repollo"

El apodo cariñoso con que el príncipe se dirigía a su esposa se hizo público en 2006 con la película "The Queen", en la que, cuando se mete en la cama, le dice "muévete, repollo". Esto podría provenir de una traducción de la expresión francesa "mon petit chou" ("mi pequeño repollo"), ya que Felipe vivió siete años en Francia cuando era niño. En la foto, la pareja con el príncipe Carlos en 1949.


Complicada relación con su hijo Carlos

Las relaciones con su hijo mayor, Carlos, "nunca fueron especialmente cálidas" y llegaron a su nivel más bajo en 1995, según el semanario "The Mail". Los dos hombres se habrían declarado "la guerra" tras la decisión del duque de talar 63 viejos robles en el parque del castillo de Windsor. El príncipe Carlos, ecologista convencido, habría acusado a su padre de vandalismo, según el diario.


Un padre duro y frío

A menudo descrito como un padre duro y frío, cuando Carlos era un niño joven y sensible decidió enviarlo al austero pensionado escocés de Gordonstoun, cuyos rigores habrían endurecido al atlético Felipe pero resultaron un verdadero infierno para su hijo. En la foto, la familia real británica visita el Partenón en Atenas en 1964.


Pasatiempos favoritos

El duque de Edimburgo era conocido por su amor por los caballos y por las actividades ecuestres como el polo y las carreras de carruajes, un deporte en el que compitió para Reino Unido. También le gustaba escribir, pilotar aviones y tenía gran afición por los automóviles. Sin embargo, la pasión del príncipe por la pintura era menos conocida.


Pintor entusiasta

Coleccionista de obras de arte, también pintaba él mismo: su obra más célebre es un cuadro de 1965 en que se ve a su esposa leyendo la prensa matutina y titulado "La reina en el desayuno, castillo de Windsor". En la foto, cuadro del príncipe Felipe pintado por el artista de origen australiano Ralph Heimans en el año de su retirada de los compromisos públicos en 2017. (few: afp, efe)

Fuente: https://www.dw.com/es/en-fotos-once-cosas-poco-conocidas-sobre-felipe-de-edimburgo/g-57147598


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El Príncipe Enrique llega a Inglaterra

 El príncipe Enrique llegó al R.Unido para el funeral del duque de Edimburgo.


El duque de Sussex, Enrique, que reside en EE.UU., llegó el domingo al Reino Unido para asistir al funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo, que se celebrará el próximo sábado -día 17- en Windsor, revela este lunes el tabloide "The Sun".

Esta es la primera vez que el príncipe Enrique, hijo del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales, vuelve a su país tras más de un año de ausencia por la decisión de los duques de Sussex de apartarse de la monarquía, conocida por los medios como "megxit".

Fuente: https://www.efe.com/efe/espana/gente/el-principe-enrique-llego-al-r-unido-para-funeral-del-duque-de-edimburgo/


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Lo que no sabes de Felipe de Edimburgo

El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, que pasó más de 70 años junto a la reina Isabel II de Inglaterra, era principalmente conocido por no morderse la lengua, pero también era aficionado a la pintura y las carreras de carruajes de caballos.



Estas son cinco cosas poco conocidas sobre el príncipe consorte, que falleció este viernes a los 99 años.

Sacrificios por su reina

Felipe tuvo que hacer varios sacrificios para poder casarse en 1947 con la entonces princesa Isabel.

Renunció a su título de príncipe de Grecia y Dinamarca para tomar la nacionalidad británica y convertirse en duque de Edimburgo poco antes de su boda y en príncipe de Reino Unido en 1957.

Era de religión ortodoxa pero aceptó abandonarla para convertirse en anglicano y, para complacer a su novia, dejó de fumar.

Tras la muerte del rey Jorge VI que propulsó a su joven esposa al trono en 1952, Felipe tuvo que renunciar a su prometedora carrera como oficial de la Royal Navy.

Tuvo que aceptar asimismo que la familia real, y por lo tanto los hijos de la pareja, no llevasen su apellido sino el de su esposa. Y aunque aspiraba a ser visto como comonarca, debió resignarse a un eterno papel de secundario tras una de las mujeres más famosas del mundo.

¿Sin modales?

Isabel II siempre lo describió como su “roca” y su “apoyo”, pero la familia Windsor estaba lejos de la satisfacción cuando la joven princesa anunció que quería casarse con él.

Según el diplomático y escritor Sir Harold Nicolson, el rey Jorge VI y su esposa lo encontraban “grosero, mal educado y sin modales” y consideraban “que sería probablemente infiel”. Intentaron presentar a su hija a otros candidatos más conformes con el perfil que ellos deseaban.

“Repollo mío”

El apodo cariñoso con que el príncipe se dirigía a su esposa se hizo público en 2006 con la película “The Queen” de Stephen Frears en la que, cuando se mete en la cama, le dice “muévete, repollo”.

“Pregunté en los círculos reales y me dijeron de buena fuente que es así como el duque a veces llama la reina”, explicó el guionista de la película, Peter Morgan, al diario The Times.

Este nombre afectuoso podría provenir de una traducción literal de la expresión francesa “mon petit chou” (“mi pequeño repollo”), ya que Felipe había vivido siete años en Francia durante su infancia.

Frío con Carlos

Las relaciones con su hijo mayor, Carlos, “nunca fueron especialmente calurosas” y llegaron a su nivel más bajo en 1995, según el semanario The Mail.

Los dos hombres se habrían declarado “la guerra” tras la decisión del duque de talar 63 viejos robles en el parque del castillo de Windsor. El príncipe Carlos, ecologista convencido, habría acusado a su padre de vandalismo, según el diario.

A menudo descrito como un padre duro y frío, cuando Carlos era un niño joven y sensible decidió enviarlo al austero pensionado escocés de Gordonstoun, cuyos rigores habrían endurecido al atlético Felipe pero resultaron un verdadero infierno para su hijo.

Jinete, piloto y pintor

El duque de Edimburgo era conocido por su amor por los caballos y por las actividades ecuestres como el polo y las carreras de carruajes, un deporte en el que compitió para Reino Unido. También le gustaba escribir, pilotar aviones y tenía gran afición por los automóviles.

Sin embargo, la pasión del príncipe por la pintura era menos conocida.

Coleccionista de obras de arte, también pintaba él mismo: su obra más célebre es un cuadro de 1965 en que se ve a su esposa leyendo la prensa matutina y titulado “La reina en el desayuno, castillo de Windsor”.

Fuente: https://www.24matins.es/topnews/portada/cinco-cosas-poco-conocidas-sobre-felipe-de-edimburgo-258231

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Muere el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II

sábado, 10 de abril de 2021.

Felipe de Gran Bretaña, duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, murió a los 99 años.


«Es con profundo pesar que Su Majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo», dice un comunicado del Palacio de Buckingham.

«Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor», agregaron.

El Palacio de Buckingham dijo que se harán más anuncios a su debido tiempo.

«La Familia Real se une a personas de todo el mundo para lamentar su pérdida», dice el comunicado.


El príncipe abandonó el hospital King Edward VII en Londres el 16 de marzo. Se estaba recuperando en el hospital privado después de someterse a una cirugía cardíaca en el hospital de San Bartolomé.

Fue ingresado por primera vez en el hospital el 16 de febrero.

El príncipe Felipe nació en Corfú, Grecia, el 10 de junio de 1921.

El sitio web de la familia real se vistió de negro en medio de la noticia de la muerte del príncipe Felipe.


Reacciones a la muerte del príncipe Felipe

La noticia de la muerte del duque de Edinburgo fue recibido con mensajes de condolencia en el Reino Unido.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, emitió un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter. «El príncipe Felipe vivió una vida extraordinaria, fue un héroe naval en la Segunda Guerra Mundial, fue un hombre que inspiró a un sinnúmero de jóvenes a través de su premio Duque of Edinburgh’s Award, y sobre todo, como el consorte de su majestad la reina Isabel»

«Muy triste ver la muerte del príncipe Felipe. Fue un gran hombre tanto en la guerra como en la paz. Todos nuestros pensamientos están con nuestra magnífica reina», escribió el exconservador Nigel Farage.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que estaba «entristecida por la noticia de la muerte del duque de Edimburgo» y envió condolencias a la reina:

Piers Morgan, presentador de televisión, llamó al príncipe Felipe «un verdadero británico que dedicó su vida al servicio público sin interés personal y fue una roca de apoyo devoto para su majestad,la reina».

La primera ministra de Australia, Julia Gillard, dijo que tenía «recuerdos gratos de pasar tiempo con el príncipe Felipe durante su visita a Australia» y destacó que el duque tenía un «sentido de diversión».

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, emitió un comunicado ofreciendo condolencias a la reina y llamó a Felipe «un hombre extraordinario».


Así era el príncipe Felipe

Felipe fue el consorte británico con más años de servicio. Se casó con la entonces princesa Isabel en 1947 después de un noviazgo que encantó a un país que aún se recuperaba de los estragos de la Segunda Guerra Mundial.

En sus siete décadas de servicio, Felipe solía acompañar a la reina en compromisos reales y dirigía miles de sus propias apariciones en solitario. Una vez se refirió a sí mismo como «el descubridor de placas con más experiencia del mundo», mientras que la reina lo elogió como su «constante fuerza y ​​guía».

El duque era conocido por sus comentarios espontáneos que a menudo mostraban un ingenio rápido pero ocasionalmente caían mal, a veces de manera espectacular. Felipe continuó haciendo apariciones públicas hasta bien entrados los 90 y se retiró en agosto de 2017.

Apoyó una serie de iniciativas filantrópicas y estuvo asociado con alrededor de 800 organizaciones. Fundó el Duke of Edinburgh Awards Scheme, un programa de desarrollo juvenil que opera en más de 130 países y territorios de todo el mundo.

Después de jubilarse, Felipe pasó gran parte de su tiempo en la finca rural de Sandringham de la reina. Ocasionalmente se le vio en años posteriores en eventos familiares privados como las bodas del duque y la duquesa de Sussex, y de la princesa Eugenia con Jack Brooksbank, ambos en el castillo de Windsor.


Los problemas de salud del príncipe Felipe

La avanzada edad de Felipe significaba que su salud había sido objeto de gran atención en los medios de comunicación en los últimos años. En diciembre de 2019, fue trasladado al hospital como una «medida de precaución» por lo que el Palacio de Buckingham describió como una condición «preexistente».

Anteriormente había sido ingresado en el hospital en múltiples ocasiones por una variedad de razones, incluso para un reemplazo de cadera y para el tratamiento de infecciones de la vejiga.


Un rápido vistazo a la vida del príncipe Felipe que murió este viernes

El duque nació como el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca en la isla griega de Corfú en 1921. Dejó Grecia a los 18 meses con su familia cuando el rey Constantino se vio obligado a abdicar después de una revuelta de las fuerzas militares griegas. La familia se mudó primero a París y luego, en 1928, a Inglaterra.

Felipe tuvo una infancia itinerante, educado de diversas formas en el Reino Unido, Francia y Alemania.

Se convirtió en un oficial naval condecorado por su servicio durante la Segunda Guerra Mundial y, cuando volvió la paz, reavivó una amistad anterior con Elizabeth que rápidamente se convirtió en un romance público.

Para casarse, el duque renunció a su título griego, se convirtió en un súbdito británico naturalizado y tomó el apellido Mountbatten, derivado del lado materno de la familia. La ceremonia de matrimonio se llevó a cabo en la Abadía de Westminster en 1947. Él y Elizabeth tuvieron cuatro hijos: Carlos, Anna, Andrés y Eduardo.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/04/09/muere-el-principe-felipe-esposo-de-la-reina-isabel-ii-a-los-99-anos/

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Historia real de la madre del Duque de Edimburgo

 Sorda, monja y víctima de Freud: la fascinante historia real de la madre del Duque de Edimburgo.

La vida de la princesa Alicia de Battenberg da sentido a aquello de que la realidad supera con creces a la ficción..

Nació sorda, le fue diagnosticada esquizofrenia, encerrada en un sanatorio, rescató a judíos de los nazis (pese a que sus hijas estaban casadas con figuras prominentes del partido) y fundó su propia orden religiosa: la vida de la princesa Alicia de Battenberg da sentido a aquello de que la realidad supera con creces a la ficción. La madre del príncipe Felipe de Edimburgo, que aparece por primera vez en la tercera temporada de The Crown, podría ser protagonista de una serie propia.

El episodio 4 de la nueva temporada de Netflix ahonda en los traumas y las inseguridades del marido de Isabel II y en la complicada relación que mantenía con su madre, interpretada en pantalla por la actriz Jane Lapotaire. Con ciertas licencias creativas, la ficción rescata a esta figura desconocida cuando intenta vender un broche de zafiros en Atenas para obtener fondos para su congregación. Tras el golpe militar de 1967 en Grecia, Alicia de Battenberg se traslada al londinense palacio de Buckingham, a una pequeña buhardilla en la que acaba compartiendo confidencias y cigarrillos con su nieta la princesa Ana. “Dirigía una orden religiosa y siempre estaba buscando fondos. Vendió la mayor parte de sus posesiones y, en tiempos de guerra, cedió sus raciones de comida a los huérfanos o a cualquiera que lo necesitara”, explica el historiador Hugo Vickers en The Crown Dissected. “Sí que se trasladó a vivir al palacio de Buckingham en 1967. Pero no se la instaló en una habitación triste como en The Crown, sino en un espacioso apartamento con vistas en la primera planta. Es cierto que estuvo unida a la princesa Ana, con la que desarrolló una relación muy personal”. Sin embargo, no es verdad que protagonizara un reportaje en The Guardian. “Es ridículo. Era una persona muy privada. No dio entrevistas. Era tan reservada que destruyó todas sus cartas y, cuando murió, solo dejó tres vestidos”, dice el historiador en The Times.

La princesa Alicia de Battenberg nació sorda en 1885, en el castillo de Windsor y en presencia de su bisabuela, la reina Victoria. Se casó con solo 18 años con el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y juntos tuvieron cinco niños: cuatro hijas y un varón, Felipe, que se convertiría en consorte de Isabel II de Inglaterra. Cuando Felipe era aún un infante se exiliaron de Grecia y poco tiempo después la familia se desvaneció: el duque de Edimburgo se formó en internados en Inglaterra y Escocia, el padre se instaló por su cuenta en Montecarlo y a Alicia se le diagnosticó esquizofrenia paranoide y fue internada en un sanatorio en Suiza. Para complicar las reuniones familiares las cuatro hijas se casaron con nobles alemanes, algunos de ellos fervorosos partidarios del movimiento nacionalsocialista, mientras que el hijo sirvió en el bando contrario, en la Marina Real Británica.

Pero antes de la guerra, la suegra de la reina Isabel tuvo que sufrir en sus carnes los experimentos de Sigmund Freud. Como contaba un documental de 2012, el padre del psicoanálisis diagnosticó que todos los problemas de la princesa se debían a sus niveles de hormonas y a su “frustración sexual” y le recetó que se le aplicaran rayos X sobre los ovarios para acelerar la menopausia. Sorprendentemente el tratamiento fue un fracaso y solo le proporcionó secuelas de por vida. Escapó del sanatorio para regresar a Grecia, donde fundó una orden ortodoxa de monjas. Como en una tragedia griega, solo se reunió de nuevo con su familia en 1937, cuando todos asistieron al funeral de su hija Cecilia, que falleció en un accidente aéreo junto a su marido y dos de sus hijos.


Escribe Rebecca Cope en Tatler que durante la II Guerra Mundial la princesa trabajó para la Cruz Roja. Tenía experiencia: en la guerra de los Balcanes ya había actuado como enfermera, asistiendo en cirugías y ayudando en hospitales de campaña. Llegó a esconder a una familia judía que años antes, en 1913, había ayudado a escapar a miembros de la casa real griega. A partir de este momento se volcó en el trabajo social y en acciones humanitarias que desarrolla con su congregación de monjas: la hermandad cristiana de Marta y María. Profundamente espiritual y religiosa, se interesó por diferentes doctrinas a lo largo de toda su vida. Asistió a la boda real de su hijo y a la coronación de Isabel II en 1953. Eso sí, a esta última acudió ya vistiendo los hábitos. Con las pocas joyas que no había vendido en los años cuarenta, fabricó el anillo de compromiso que Felipe utilizó para pedir la mano a Isabel.

La princesa de Battenberg se exilió de Grecia por segunda vez en 1967 y ya sí se instaló con su hijo y su nuera en el palacio real hasta su muerte dos años después, en 1969.

Fuente: https://smoda.elpais.com/placeres/isabel-ii-alicia-de-battenberg-the-crown/




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